jueves, 15 de diciembre de 2016

16

Es en los preludios a un aprendizaje es cuando uno debería poder prepararse para este, y no después. Por desgracia, muy a menudo nos encontramos con que llegamos a comprender mejor cualquier detalle una vez este ya nos ha pasado por encima.
¿Lógico no?

El significado o el acuerdo mutuo sobre el valor de los números es un ejemplo. Lo primero que a menudo pretenden enseñarnos es que 4, es 4. ¿Un poco inútil no? 
En cambio lo realmente correcto es aquello que consigue hacer que finalmente lo entendamos, 4, significa que en lugar de poder comer manzana nosotros solos, podremos comer manzana con toda la familia.
¿Sigue pareciendo tan lógico?

Si hablamos de multiplicar la cosa se complica.
¿Ahora cuántas familias comen?
¿Todas las familias tienen 4 miembros?
¿Cuánto es 4 multiplicado por 4?

En todos los preludios a una lección, más aún cuando esta se repite de forma continua. Es más que necesario recordar que por mucho que nos empeñemos, no para todos 4 puede significar lo mismo. Mucho menos 16.

La acepción termina por no depender solo de un contexto, lo hace también de la concreción individual de cada persona. Y por si fuera poco, a veces ni uno mismo consigue entenderlas.
Mucho menos, 16.







martes, 6 de diciembre de 2016

¿Ha llegado la hora?

A la hora de dar un paso importante, es más que relevante la locura.
El empujón final es el que determina si de verdad estamos dispuestos a dejarnos la piel por algo.

Lo ideal es que hiciéramos esto al principio, nada más ver el precipicio. Pero una vez en materia, nos toca comprobar que esto casi nunca pasa.
Si no pudo ser, ha llegado la hora de replantearnos lo que estamos haciendo. 
Eso, o saltar en el último momento.


Demostrar el cariño a nuestra familia más a menudo por ejemplo, es algo que solemos adquirir a medida que vamos obteniendo también cierto grado de madurez. Pero lo cierto es que no terminamos de madurarlo hasta que no damos ese pequeño salto.

Si tuviera que elegir un comportamiento para definir mis últimas acciones y pensamientos, sin duda sería ese. Saltar.
¿Ha llegado la hora? ¿No?

lunes, 28 de noviembre de 2016

Bajo llave

Entre los hábitos menos saludables del hombre de a pie, está la costumbre de guardar bajo llave siempre nuestros más oscuros pensamientos. Solemos ocultar también nuestros verdaderos deseos, los impulsos más repentinos y por consiguiente, como gran error, a veces algunas de nuestras mejores características. Nos aprietan demasiado las convicciones sociales, el miedo, las normas, las formas; tanto, que cometemos el error de encerrarlos. Tanto, que cuando estos llaman demasiado a la puerta, terminan por romperla, dejando mucho más daño a su paso, que si los hubiéramos dejado libres desde un principio.

Resulta inevitable, algunas cosas no se pueden guardar, hay que ponerle remedio. Siempre un poco de lógica, es mejor que un candado.


domingo, 25 de septiembre de 2016

Inconmensurable

Enorme, que no puede medirse.
De un tamaño colosal, increíble, lo más grande que hayas imaginado jamás.
De gran relevancia, intensidad, pasión.

Algo inigualable, descomunal, inolvidable.

Si hablamos de hechos o cosas, el máximo, más allá del total.
Más de lo que nunca nadie te ha dado, más de lo que nunca nadie te dará.
Todo, es todo, inconmensurable es todavía más.

Si hablamos de amor.
Que te marca, te corta el aliento, te arrastra a su lado.
La máxima expresión de tus sentimientos, y todavía algo más.
Fuerte, sincero, definitivo.
Inconmensurable, como las estrellas.
Que no se puede contar, no puede medirse.





martes, 13 de septiembre de 2016

martes, 6 de septiembre de 2016

Limerencia

Sin llegar a ser perjudicial, muy intenso no obstante.
Una atracción de tamaño descomunal, inefable y sincera.

Sin ser obsesión, una realidad.
La total seguridad de que todo lo que sientes, es completamente real.

Estado mental involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.

Limerencia.






miércoles, 10 de agosto de 2016

Basorexia

Así, de repente. 
De golpe y porrazo, sin avisar, sin esperarlo. 
Casi sin entenderlo.
 Por la mañana, al mediodía, incluso a las tres de la madrugada.

Cuando no solo te basta con respirar, se te escapa el aire. 
Hambre, deseo irrefrenable.
Adicción, sed del corazón.
Necesidad compulsiva de besar,
basorexia.



miércoles, 29 de junio de 2016

Stay a while or forever.

Nunca había tenido suficiente, y nunca había tenido algo así.
Algo tan completo, tan hipnótico.

Jamás había anhelado tanto una forma de caminar.
No había buscado tanto un encuentro.

No se acostumbró nunca a una sonrisa,
una cara seria,
una forma de conducir o llevar la música.
No, nunca se vio tan implicado.

No temió así una mirada.
Vulnerable ante unos ojos, siempre pareció más una frase de cine.
No podía ser una evidente muestra de fragilidad en un aula.

Elaborar planes con alguien, no fue nunca tan fácil,
romperlos tampoco.

La mejor forma de incentivar tus propias virtudes,
el trabajo en grupo más reconfortante.

Era tan necesario emprender algo juntos,
que al final tuvieron que hacerlo casi a diario.

Fue la forma más ansiada,
de dar a conocer un secreto.

Le costó creer aquello de que los caminos se cruzan,
se había dejado convencer, a veces casi de creer.
Pero sí, los caminos se cruzan,
se comienzan viajes, senderos por terminar.

Las excursiones se convierten en habituales,
se mezclan dos mundos,
se crea otro nuevo.

Lo habitual deja de ser olvidarse,
lo normal comienza a ser estar seguro.

Nadie le había hecho sentir tanto calor,
ni tanto frío.


Nadie, le había obligado a quedarse en cualquier estación.



lunes, 16 de mayo de 2016

Tanto, en tan poco.

A menudo recibo preguntas sobre fechas, preguntas que no sé contestar. Intenté responder, y terminé dándome cuenta, no había suficientes huecos en el calendario para marcar, me faltaba siempre uno más.

He gastado a veces mi tiempo en analizar, si poco o mucho o tiempo eran factores importantes, cuando siempre lo había tenido claro, la duración nunca estuvo por encima de la intensidad, a mi nunca me importó demasiado. Los he medido, he escuchado a todas las voces críticas a mi alrededor y ninguna me ha convencido. No necesitamos ningún número, el nuestro lo serán todos los días.

He deseado alguna vez no haber perdido tanto tiempo, y he resuelto al final de cada uno, que sin duda no me imagino ni quiero una historia diferente a esta. He intentado resumirle a todos lo que te digo a ti cada día, y solo he conseguido convencerme aun más, de que estoy en el camino correcto.

No lo olvides, que a veces tanto, se puede conseguir en muy poco.






sábado, 16 de abril de 2016

Sí, existe una razón para bajar la música.

Si existe una razón para bajar la música, escúchale, pasea con ella, escríbele, ponle letra, haz de cada minuto sin música un tesoro. Toma algunas fotos, dale un videoclip, llévale al cine, cuéntale tu propia historia, escucha la suya, déjate pillar por la tormenta, corre bajo la lluvia. Madruga de vez en cuando, enrédate hasta tarde, vete de picnic, fabrícale algo, corre a visitarle siempre que puedas, hazlo alguna vez cuando también te sea imposible.

Busca que sonría a cada segundo, invéntale un nuevo mundo, déjate ganar alguna vez, hazle ver que puede con todo, préstale tu coche, no te enfades nunca demasiado. Si existe una razón para bajar la música, presume de ella, que se escuche bien alto, no escondas tus sentimientos, sube el volumen, repite el estribillo, apréndete todas y cada una de las manchas de su cuerpo, anota sus comidas favoritas, llévale a pasear, tomate alguna siesta a deshora, aprende a convivir con su pelo, y ponle un maldito mote estúpido, sí un mote estúpido, aunque no lo uses mucho.

Sí coincides en mil cosas, sal a hacerlas, haz también algunas que te gusten menos, tararéale algo, haz el imbécil, pero no lo seas, ponle velas, regálale dulces, envíale flores, olvídate de si algo es un tópico o no lo es, apuesta por ella, sube la música.

Si existe una buena razón para bajar la música, cuéntale cuando lo hagas lo mucho que le quieres, dile que estás seguro, que hace tiempo que lo viste claro, dile que si lo está leyendo, sabrá ya que hablas de ella.






jueves, 3 de marzo de 2016

Candados

La gente pone candados a las cosas creyéndose así más seguros y propietarios de algo, se empieza por poseer las montañas, los valles y los ríos, se acaba intentando adjudicar hasta el aire, los suspiros o el mismo amor.

Aparecen cerraduras en todas las puertas, se cierran al público los recursos naturales, y algunos, terminan creyendo que con un candado en un puente se puede ostentar la propiedad sobre el amor. Pero no, no se puede poseer el amor, ni cobrar impuestos por el aire respirado, no se pueden adquirir suspiros sinceros, y ni tan siquiera el agua se deja embotellar siempre, es mucho más simple, a veces, sin voluntad no se puede conseguir nada. La voluntad de querer quedarte por ejemplo, esta no necesita un candado, basta con tenerla para mantener unido algo, las ganas no necesitan un recipiente contenedor, rebosan, siempre rebosan, y al final, se convierten en suspiros. Sinceramente, si algo quiere un propietario, no necesita un candado, tan solo razones para quedarse.






viernes, 19 de febrero de 2016

¡Función MarmotaON!

Para la mejor marmota-casera del mundo, así, sin exagerar ni un poquito. Por seguir ahí cuando otras ya se han ido, por demostrarme que no hacía falta compartir clase para llevarme lo mejor del instituto, la más loca, la más verdadera.

La mejor marmota, por no dejar que nuestra amistad se duerma nunca, ni un solo segundo, a 300 kilómetros no solo has mantenido las promesas que todo el mundo se hace al acabar el instituto, sino que has sabido ser aún más importante, aún más cercana de lo que eras entonces. La mejor por hacerte querer tanto día a día, los audios, los: "-Acho Mario", por ese pequeño alivio de contarnos las penas todavía, por mandarnos fotos por WhatsApp en los momentos de alegría, por todo, hasta alguno de esos mensajes de buenos días.

Por abrirme las puertas de tu casa hace a algunos años, por dejarme dormir, comer, saltar, por invitarme siempre a pasar y nunca a salir. Sobre todo, porque sigas haciéndolo hoy en día, porque lo hagamos muchos años más. Por cumplir juntos todos nuestros sueños, porque me invites a Sevilla, a Madrid, a tu primera casa sobre plano, tu boda o a una tienda de campaña.

En definitiva porque te quiero, porque eres la mejor amiga que uno puede tener, sabes estar siempre ahí, dar los mejores consejos del mundo y los más directos, también porque no conseguí un peluche de marmota, aunque eso es lo de menos, sinceramente porque a mí me apetece, porque te quiero, porque eres más increíble que un Unicornio, pequeño pony, y sobre todo, porque es necesario que sepas, que quiero que todos tus sueños se hagan siempre realidad. Para que este peluche te acompañe siempre en todos tus ellos, y para que recuerdes, que también lo haré yo. 

¡FUNCIÓN MARMOTA ON!




domingo, 31 de enero de 2016

Con aspecto de domingo...

Yo no sé qué tienen los domingos, será la magia de estar a punto de comenzar algo nuevo, o la añoranza de algo que se termina, de verdad que no lo sé,  he llegado a pensar a veces que puede ser liberación, pero los domingos a las 23:59, me suelo sentir de todo, menos libre. Quizás lo maravilloso de estos días, sea lo cansados y liberados que estamos, que los podemos pasar más cerca de quienes queremos, o simplemente, que al elegir sábado y domingo como días de descanso, inevitablemente dimos a uno la tarea de agotarnos, y al otro el castigo, de tener que soportarnos.

Lo cierto es, que los domingos al final es cuando uno siempre acaba sintiéndose de una y mil formas distintas, lo que pasó la noche anterior, lo que comienza al día siguiente, incluso el gol que pueda anotar esa tarde el delantero de tu equipo favorito, todo, absolutamente todo, concluye y empieza en un punto, un punto con aspecto de domingo.

Las puertas de un nuevo lunes, un comienzo de algo ya empezado tiempo atrás, un nuevo día de descanso, un nuevo día de añoranza. Un montón de cosas que no sabes que están por venir, de domingos por la tarde, de lunes, jueves y viernes, bastantes. A veces se trata de un nuevo trabajo, un nuevo curso, un viaje, un café; cualquier cosa, no lo sé.

Elegimos unir sábados y domingos, igual que unimos a unas personas con otras, elegimos inevitablemente, la correlación de éxtasis y resaca, de amor y odio, de hoy te quiero, y un rato no te soporto, elegimos enlazarlos, compartirlos, elegimos a veces cómo, dónde y con quién, y otras nos eligen a nosotros, no lo sé, divago en cada no sé, pues tengo mis domingos, y gran parte de mis otros días intentando averiguar su posición en el calendario, y creo, que al final, sé donde debo estar, como el sábado y el domingo, exactamente donde estoy ahora, día a día.

Siempre he sido de gestionar poco a poco mis domingos, últimamente, no sé qué es lo que viene, pero me he dado cuenta, de que vivo en domingo, un domingo que empieza antes de que algo termine, y da paso a algo, que no sé lo que es, pero que me muero de ganas de vivir, un lunes, sí un lunes, después de tanto domingo, un lunes, con ganas al fin.



viernes, 22 de enero de 2016

Que equivocación

Creer que el amor se roba con besos, que equivocación,
intentar conseguirlo a patadas y no con atención,
que montón de nos, que desnutrición,
dar pasos de hormiga, dejarse atropellar por un camión,
que equivocación, maldito sinrazón,
da igual mayo o enero, suspendiendo corazón.

lunes, 11 de enero de 2016

En código "no sé".

Todavía no tengo del todo claro lo que quiero escribir hoy, la verdad es que no. Lo he intentado varias veces, y debo estar tan descolocado que no sé ni lo que quiero decir, un remolino de adjetivos incesante en mi cabeza, que no encuentran forma de entrelazarse entre sí, un maremoto de palabras, olas, surfistas, peces asustados. No, sí, tal vez, no sé, hoy no, mañana quizás, y aire que me da, y me hace dudar. Frío, calor, sustos con sabor dulce a altas horas de la noche. Conversar, perder, robar minutos. Desastre natural, encanto total, montañas, rotondas, coches por aparcar. Veranos, ausencias, bailes, rotos. Salto inesperado, abrazo, cambio de guión, pruebe suerte otra vez, azar, avance y premio. Exclusivo, genial, encantador, definitivo, decisivo para cualquier día. Una palabra, un adjetivo, un adverbio, un verbo, una frase, un no sé.

Al final mucho, casi todo a veces, calma alrededor de la tormenta, un código, un lenguaje, la mejor certeza e incertidumbre a la vez, las ganas, el lugar más cómodo del mundo, una piedra para tropezar o un mensaje. No sé, igual si empiezo a estar seguro de algo.