sábado, 16 de abril de 2016

Sí, existe una razón para bajar la música.

Si existe una razón para bajar la música, escúchale, pasea con ella, escríbele, ponle letra, haz de cada minuto sin música un tesoro. Toma algunas fotos, dale un videoclip, llévale al cine, cuéntale tu propia historia, escucha la suya, déjate pillar por la tormenta, corre bajo la lluvia. Madruga de vez en cuando, enrédate hasta tarde, vete de picnic, fabrícale algo, corre a visitarle siempre que puedas, hazlo alguna vez cuando también te sea imposible.

Busca que sonría a cada segundo, invéntale un nuevo mundo, déjate ganar alguna vez, hazle ver que puede con todo, préstale tu coche, no te enfades nunca demasiado. Si existe una razón para bajar la música, presume de ella, que se escuche bien alto, no escondas tus sentimientos, sube el volumen, repite el estribillo, apréndete todas y cada una de las manchas de su cuerpo, anota sus comidas favoritas, llévale a pasear, tomate alguna siesta a deshora, aprende a convivir con su pelo, y ponle un maldito mote estúpido, sí un mote estúpido, aunque no lo uses mucho.

Sí coincides en mil cosas, sal a hacerlas, haz también algunas que te gusten menos, tararéale algo, haz el imbécil, pero no lo seas, ponle velas, regálale dulces, envíale flores, olvídate de si algo es un tópico o no lo es, apuesta por ella, sube la música.

Si existe una buena razón para bajar la música, cuéntale cuando lo hagas lo mucho que le quieres, dile que estás seguro, que hace tiempo que lo viste claro, dile que si lo está leyendo, sabrá ya que hablas de ella.