viernes, 10 de agosto de 2018

¿Todavía?

Me provocas parálisis verbal
sin proponértelo, reseteas mi reloj cerebral.

Haces de mi un punto ciego,
con tu ruido, me traes tranquilidad.

Guardas bajo tu sonrisa,
una mueca de sincera y pura felicidad.

Lo has intentado,
y para conseguirlo, te has resignado a siempre fallar.

Solo tú,
ganas equivocándote,
y pierdes, sobretodo si es por mi, 
antes que ganar.

____________________________________


Tienes bajo llave,
custodiado y excarcelado,
mi pequeño órgano principal.

Eres techo y manto de estrellas,
aire y pura contaminación,
me encanta cuando vacías mis pulmones,
aun más, cómo solo tú los sabes llenar.

De verdad,
he intentado definirte,
pero en sí misma eres una hipérbole,
tan grande y tan pequeña,
que reduces a la nada, una foto satelital.

Eres una agujero negro,
tu fuerza de atracción es espectacular.
nada, ni siquiera la luz, puede escapar.
Maldita y bienaventurada seas.

Tú, provocando todo esto.

____________________________________


Divides siempre mi copa,
y me embriagas,
hasta hacerme vomitar.

Lo has logrado,
adictiva y perjudicial.

Necesaria, e indispensable.
La droga con mayor índice de salud,
pero con peor tasa de recuperación.
Para mi siempre algo guardado,
tienes tú.

En lo amargo de la derrota,
me muestras un dulce que saborear.

En el sosiego de la noche,
el sendero por el que caminar.

Nunca has querido nada de esto,
y sin embargo,
has despertado en mí,
y todavía.

El amor más visceral.


sábado, 2 de junio de 2018

In-Etéreo

Hace tiempo que lo tengo asimilado, no hay nada que yo no pueda afrontar,
ni nada que deba esperar, nada, que no sea yo mismo.
Yo mismo en todas mis versiones, yo mismo en cada una de mis ilusiones.

Entiendo la agonía como un constructo,
y defino mi situación como en continua remodelación.

He aprendido a moverme en lo in-etéreo, y por encima de las cosas efímeras,
he definido lo intangible, perdiendo la total relatividad que existía 
sobre lo que era o no era sublime, he terminado por olvidar lo que esperaba,
y por asumir solo la parte que a mi me tocaba.

Ahora ya no espero, ni anhelo nada de otros,
 ni mucho ni poco,
nada me ofrece más de lo que yo mismo soy capaz de dar,
a mi, a ti, a él, al mundo, a cualquiera.

Lo cierto es que ahora solo me enfrento a mis demonios, 
y del único que espero fuerzas cada día, es de mi mismo.

Soy, mi mejor y mi peor enemigo, y de eso me valgo.
Me reconstruyo cada día, y me decepciono más que nadie podría,
de verdad, no lo intentes. Sé ser un alma tan completa,
que si no estoy solo a veces es por mi propia autodeterminación
y el empeño, de superar incluso esa meta.

Me dejo querer, lo confieso. Y en ocasiones siento tener puntos de apoyo indispensable.
Aún así, debo decir que sigo siendo yo, mi más fuerte brazo. Y no es porque no lo intenten,
es porque lo que yo esperaba, siempre fue más de lo que nadie tenía pensado darme.

Mi mundo se empeña en ser etéreo, en cambio yo, a veces lo reduzco todo al más absoluto y reducido silencio. También al más sencillo gesto. 
Soy in-etéreo.




sábado, 20 de enero de 2018

¿Qué es amar Principito?

-”Te amo” – dijo el principito…

-”Yo también te quiero” – dijo la rosa.

-”No es lo mismo” – respondió él…

“Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…

Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.

Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo.

Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas.

Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no se puede sufrir, pues uno nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se dá en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza.

Y conocerse es justamente saber de ti, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.

Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.

Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.

Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”

-”Ya entendí” – dijo la rosa.

-” No lo entiendas, vívelo” – agregó el Principito.



Dibujado por: Pilar Enrique Sánchez 


lunes, 18 de diciembre de 2017

¡Te quiero!

 Lo siento, me gusta recordartelo, para que tengas la certeza de que siempre va a ser así. Sé que es algo evidente, algo que dejo ver,  que está en el aire, se siente en cada mirada, se hacer ver y notar cada día. 

No pude ocultarlo nunca, desde el primer momento me cegué contigo. Podía haber mil opciones, podían ofrecerme cualquier cosa, en cambio yo, nunca me sentí satisfecho con nada, hasta conseguirte a ti.


Así qué lo siento, te escribo para recordarte que no te vas a librar de mi fácilmente. 
Alguien dijo una vez que somos el producto incompleto de lo que vivimos, y estaremos siempre incompletos, pues no dejaremos de vivir hasta el día de nuestra muerte. Lo cierto es, que te he hecho seguir esta ruta QR, para que puedas sentir lo que yo siento hoy a tu lado, tú me haces sentir completo, y debe ser porque hace tiempo que formas parte inexcusable de mi camino. Te has convertido en otra pequeña parte de mi mismo, una extensión de mi persona sin la cuál perdería totalmente el norte. Te quiero. Y estás aquí solo para decirtelo. No lo olvides.


sábado, 15 de julio de 2017

Allá donde vaya...

Allá donde vaya, donde quiera que esté. En cualquier lugar al que me dirija, en cada rincón que me encuentres. Sea dónde sea. Estaré recordandote. Todas y cada una de estas noches. Y esto no es una promesa, no es ninguna premonición. Debes tener en cuenta, que de todo lo que soy hoy, gran parte la firmaste tú. Por eso cada vez que llega julio, casa vez que se acerca ese amanecer, tienes que entender, que te extrañaré. 

Te declaro sinceramente mis intenciones, yo jamás voy a olvidarte, no solo lo digo hoy. Pienso repetirlo siempre. 

Hace tiempo que intento hablar de ti en pasado, y que junto al dolor, al hacerlo también se llena mi pecho de orgullo, de las ansias de volver atrás, anhelando a veces más el pasado, que este estúpido presente separados.

Te admiré, te seguí y aprendi todo lo que pude, supe reírme y lloré como nunca. Y aunque te prometo que ya todos lo llevamos un poco mejor, hoy no puedo acostarme sin recordarmelo. Allá donde vaya. 

Te echo de menos...



jueves, 6 de julio de 2017

La mirada

He podido leer más en tus ojos, que bajo la luz de mi flexo. 
Lo juro. 
Comencé por no querer mirarlos demasiado, y he terminado ansiando tenerlos siempre frente a mi. Una distancia prudencial, lo prometo, no más, lejos, 
no más allá de los 50 centímetros.
Si pudiera medir la distancia entre tus ojos y los míos...
Si me detuviera a pensarlo cada vez que ambos estamos juntos.
En cambio, qué hay del tiempo que tardamos en acercarnos cada vez que ambas miradas coinciden...

Aunque este a menudo se detiene, la mayoría de las veces no tengo el tiempo suficiente para decidir quién se lanzará primero sobre el otro.

Y es que de no mantenerte la mirada, he pasado a disfrutar de cada momento que te tengo frente a mi. 
He aprendido a hacerlo tanto cuando duermes,
como a buscar esta cuando me necesitas,
lo puedo hacer incluso a veces cuando paseamos,
y la reconozco perfectamente cuando te veo tras unos días separados.

He adquirido la destreza necesaria, para entender lo que piensas con tan solo cruzar nuestros ojos.
En cambio, todavía me cuesta demasiado perder el contacto visual,
no puedo alejarme de tu mirada,
extraño tanto tus ojos...


domingo, 8 de enero de 2017

Debilidad

Cuando no hay nada que pueda interponerse entre tú, y tus ganas.
Es cuando dejas de medir en Kilómetros, y comienzas a hacerlo en horas.
Se parece a aquello que de pequeño fantaseabas con tener y huele a una mañana de Reyes, cuando tenías 7 años.

Debilidad es lo que te invade al despertar a su lado, es la felicidad que te recorre de arriba a abajo, y hace que te olvides de ir a buscar tus regalos.

Se acerca bastante a  lo que sientes al mirar a los ojos de esa persona, 
y darte cuenta de que eres verdaderamente vulnerable.
Porque al verla, entiendes que todo lo demás ya no importa tanto,
que puedes enfrentarte a todo, pues reúnes el valor, y las fuerzas necesarias para hacerlo,
gracias a tu debilidad.


Ella se acerca bastante a la definición del diccionario, aunque el diccionario, se queda corto al intentar describirla.