viernes, 19 de diciembre de 2014

¡Vosotros sois mi equipo favorito!

¿Cómo se despide uno del lugar más dulce del mundo? ¿Cómo afronta el volver a casa por Navidad?
¿Qué significa ahora, dejar las clases por Navidad?



Significa dejar atrás a sus muñecos de nieve, cuando más bonitos están,
dejar atrás a sus superhéroes, cuando ya todos saben volar,
significa dejar a sus princesas esperando a otro príncipe quizás.

Dejar las clases,
significa dejar de ver muchos coches con remolque,
dejar a sus pilotos conducirlos solos,
significa dejar a las doctoras que curen a otros pacientes,
significa también no estar cuando mi pequeño "Cristiano Ronaldo" vuelva a meter cinco goles en el recreo,
o perderme las últimas aventuras de Adrián y Rayo Mcqueen.
Significa que tampoco Claudia podrá enseñarme orgullosa su nuevo y magnífico dibujo,
ya no veré más a María cuidando de su primo Uriel,
ni vendrá Jimena a decirme, que no sé peinarla bien.

Roberto no me traerá ningún superdisfraz,
 y Jimena y María ya no serán más mi papá y mamá de mentira,
mientras Brian y Alonso, me dicen ven con nosotros y déjalas.

Dejar atrás el cole,
significa dejar atrás la mismísima cascada de chocolate de Willy Wonka,
dejar atrás los besos, atrás los abrazos,
y las estrellitas al final del día.

Significa no dirigir más asambleas,
no elegir más responsables,
no repartir más fichas,
y cientos de cosas hermosas más.

Se quedan atrás aquellos babis que aparecían puestos del revés, las salidas a la biblioteca, y el sentarse a comer en familia cada recreo. Se quedan atrás tantas cosas, pero me llevo otras tantas más, y es que he tenido un grupo maravilloso, decenas y decenas de anécdotas que contar y el resultado aquí está.

El resultado es que hoy me siento tan triste, como genial, no quiero volver a casa por Navidad, pero vuelvo con mucho aprendido, mucho sobre la realidad de una clase, la realidad de un centro, y la seguridad, la total seguridad, de que esto es lo que yo quiero ser.

Y es que el día más temido por mi y por todos mis compañeros de Universidad, ha llegado.
Ha llegado despacito, con churros, con actuaciones, Reyes Magos y renos que vuelan, ha llegado avisando, pero demasiado pronto.

Han sido los meses más maravillosos de mi vida, estoy seguro, y todo ha sido gracias a vosotros.

Gracias al equipo docente, desde los que ya conocía, a los que he tenido el placer de conocer este año, los que han sido mis compañeros en este viaje, y en algunos más de mis viajes a Cáceres.
Gracias a todos y cada uno de los niños y niñas que forman este gran equipo, y todas y cada una de sus categorías, aunque para mí todos sois de primera. Gracias, ya que por todas y cada una de las clases por las que he pasado, me he sentido siempre querido y acogido como uno más.

Gracias a las madres y padres, gracias de verdad,
gracias por volver a hacerme sentir un niño al recibir una invitación de cumpleaños, y por estar siempre dispuestos a ayudar y participar.

Desde luego, muchas, muchas gracias a mi compañera de cada día, gracias Ana, por apuntarte a este torneo, gracias por participar como tutora y hacer posible mi llegada a este cole. Gracias porque desde el minuto 1, al pitido final, has sido la mejor entrenadora que he podido tener, por cada consejo, cada indicación, por cada sonrisa y cada corrección. Gracias por dejarme participar en el "partido" y dirigir el juego. 

Gracias por darme en cuanto me vi capaz la dirección de la asamblea, gracias por la paciencia, las horas extras y sobretodo, gracias por demostrarme, que todos los que me dijeron que un cole pequeño no era una buena opción, estaban totalmente equivocados.
¡Este equipo es campeón!




Por cierto, ya sé la respuesta. Uno no se puede marchar, esa es la única respuesta.
Y es que algunas experiencias no pueden olvidarse jamás, esta desde luego, irá siempre conmigo, os llevo en el corazón, y habrá muchos partidos más, pero ya me habéis enseñado a jugar.

¡Vosotros sois mi equipo favorito!