miércoles, 15 de julio de 2015

Contar hasta cuatro...

Aprendí a contar con los dedos alrededor de los 4 años, a hacerlo sin ellos un poco después. Aprendí que dos más dos, son cuatro, que tres menos uno, son dos, que dos, menos uno, es uno, y la mitad de dos, uno partido por la mitad. Al final de todo, lo que realmente aprendí, es que siempre, siempre es mejor sumar, que restar, porque cuando restas, hay una parte que jamás vas a recuperar. Aprendí en la adolescencia, que contar también dolía, nunca he sido nada bueno para las fechas, porque el calendario y yo nos llevamos fatal, pero hay veces en las que no te queda otro remedio, al final, siempre terminas por contar.

Llega Julio y el calendario me agobia, me aprieta y casi me asfixia, lo hace durante todos estos años, de repente si miro al calendario, cuento los días, miro atrás y hacia delante, echo la cuenta; y siempre, me sale negativo.

Hoy, la cuenta llega a su fin una vez más, a su inicio también, esta noche harán cuatro años exactos que no te veo, hoy no sólo cuento los días que han pasado, hoy cuento y pienso en todo lo que podría haber pasado, muchos días, muchas historias que habríamos contado y compartido, los consejos que me habrías dado, cientos y más cientos de cosas, que ya nunca sabremos, porque esta noche, hace cuatro años, nuestras vidas cambiaron. Te sigo echando de menos. STDOPPH

No hay comentarios:

Publicar un comentario