miércoles, 16 de julio de 2014

Y 20 años no eran nada...

¿De verdad importa tanto una fecha? ¿De verdad nos importa tanto un número? Pasan los días, los meses y los años, y cuando todo marcha según lo planeado, parece que los días pasan sin dejar nada que recriminar.

Estos planes sin embargo, suelen tener fechas que esperar o recordar, cosas que debemos hacer o cosas que queremos deshacer. Una consulta médica, un examen, un viaje preparado con antelación. Son muchas de las cosas que solemos tener pendientes, siempre miradas al futuro, pero también al pasado, y no todas son cumpleaños. Precisamente yo, el más crítico con estas miradas al pasado, soy quien acaba aludiendo hoy a ellas, a esas miradas, a esos recuerdos guardados en nuestros cajones, a ese 16, que ya ha llegado, un año más.

Dejó dicho Gardel, antes de subir a aquel avión, que 20 años no eran nada, y para mi ya son un mundo tres. Resulta siempre muy extraño contar hasta esos días, y darse cuenta de que han pasado tres años, y todavía me siento igual de niño que aquella noche, igual de inútil que aquella mañana, igual de incrédulo que toda esa maldita semana. Me parece imposible, todo lo que ha cambiado, que el que era nuestro mundo, ya no lo sea, las que eran nuestras calles, cada vez lo sean menos, que con quien compartíamos nuestras noches, ya apenas formen parte de los: -"Hola, Buenos días".

Me dejaste dicho aquella noche, que nos veríamos pronto, quizás por Garciaz, y sin embargo, igual que a Gardel no le cuadraban aquellos 20 años, a nosotros no nos cuadraron 9 días. En cambio, tu voz permanece en mí, tu forma de ser permanece en mí y hasta tu sonrisa, permanece en mí. En mí y en todos los que te rodeaban, en todos a los que de una u otra manera compartimos nuestros días contigo. Todos los que bajo la misma convicción, aceptamos no olvidarte.






Hablo de mí, con la certeza de haber sido el alumno más afortunado de la tierra, de haber tenido dos maestros, que sin carrera alguna, hacían de mi poseedor de los más importantes conocimientos de estas tierras. Con la certeza, de que todo lo bueno que hay en mi, empezó también con ellos, empezó también contigo. La lista de cosas que tenemos pendientes, se alarga más que la de cosas que nos dio tiempo a hacer, sin embargo, todas las cosas que sí hicimos, toda la juventud que sí vivimos, se guarda en mí como el más preciado tesoro, como el hombre más afortunado del mundo, no sólo por haberte conocido, sino por haber disfrutado tanto de ello. 

"Guardo escondida una esperanza humilde, que es toda la fortuna, de mi corazón."



Hoy, de nuevo 16 de Julio, te escribo para que sepas que sigues siendo una de las cosas más importantes en el mundo para mí, te escribo aunque no lo leas, para que esta mañana pase más rápido de lo que pasaron las anteriores, te escribo, porque con el corazón abierto, y los sentimientos a flor de piel, sólo se puede hablar de quien habita realmente en él. 


Dentro de 20 años, le seguiré repitiendo a Gardel, que si 20 años no eran nada, para mi una mañana, ya se me hacía larga sin ti.  Y aunque hoy sea un día triste, sólo quiero darte las gracias, porque a pesar del sufrimiento, tengo que reconocer, que en el tiempo que te tuvimos, fui la persona más feliz de la tierra. Gracias Tete. 
STDOPPH



No hay comentarios:

Publicar un comentario